QUE GUARDA EL SEPTIMO DIA Actualmente muy pocas personas observan un día de reposo. Aun entre quienes se consideran buenos cristianos ya no se estima el domingo como un día particularmente santo, sino más bien como una oportunidad para despreocuparse y divertirse. Para ellos no es más un día en que ha de irse a la iglesia, sino a pescar, a la cancha de pelota o al cine. Es verdad que muchos todavía van a la iglesia el domingo, pero para la mayoría de la gente el día popular de descanso se ha convertido en un día de juego más bien que en un día de oración, para buscar placeres más bien que para buscar a Dios. Los adventistas actúan en forma distinta. Para ellos, el séptimo día, el sábado, es santo, como lo declara la Biblia. Es verdad que algunos interpretan la palabra "Santo" más literalmente que otros; pero, hablando en general, los adventistas tratan sinceramente de observar el sábado como el día de Dios. Para ellos, las horas que se extienden entre la puesta del sol del viernes y la puesta del sol del sábado constituyen un tiempo sagrado en el cual no realizan ningún trabajo innecesario. Tanto como sea posible, la mayoría de los adventistas inician y terminan el sábado con oración y pasan las horas de la mañana en la escuela sabática y en la iglesia. Quizá pregunte Ud.: "¿Habla Ud. del sábado? ¿Quiere decir que los adventistas del séptimo día guardan el sábado en vez del domingo?" Le contesto: Es verdad, pero le explicaré. Interpretan el cuarto mandamiento en forma literal. Recuerde que dice :"Acuérdate de santificar el día de sábado. Los seis días trabajarás, y harás todas tus labores. Más el día séptimo es sábado, o fiesta del Señor Dios tuyo". Eso es bien definido, ¿verdad? De paso, note la palabra es en este mandamiento. Podría bien estar con letras mayúsculas: "El día séptimo ES sábado". Note, además, que el cuarto mandamiento, a fin de hacer absolutamente claro el hecho de que el día que Dios deseaba que su pueblo observase era el sábado, se refiere a la creación: "Por cuanto el Señor en seis días hizo el cielo y la tierra , y el mar, y todas las cosas que hay en ellos, y descansó en el día séptimo; por esto bendijo el Señor el día del sábado y le santificó". Esto, también, es claro. Todos conocen la historia de la creación, según se registra en el primer capítulo de Génesis. Se sabe, además, que Dios creó al mundo en seis días y reposó el séptimo. Incuestionablemente, el origen del séptimo día fue el primer sábado. El adventista, al creer que la Biblia es la Palabra de Dios y al aceptarla como una revelación del cielo acerca de la voluntad y el propósito divinos, se dice :"Si Dios quiere que yo guarde el séptimo día, lo guardaré". Esto quiere decir, por supuesto, que guardaré el sábado desde la puesta del sol del viernes hasta la puesta del sol del sábado, según esta instrucción inspirada :"De tarde a tarde holgaréis vuestro sábado"(Levítico 23:32, Versión Valera antigua). Véase también San Marcos 1:32 :"Cuando llegó la noche, luego que el sol se puso..." Quizá Ud. vuelva a preguntar :¿Cómo se sabe que el sábado actual es el verdadero séptimo día? Probablemente se lo perdió en los miles de años que transcurrieron entre la creación y Cristo". ¿Cuál es la respuesta a su pregunta? Haya sucedido lo que le haya sucedido al sábado desde la creación hasta Cristo, un hecho es absolutamente cierto: que Cristo guardó el verdadero día de reposo. Ningún cristiano se habría atrevido siguiera a sugerir que él hubiera hecho algo distinto. Bien, entonces, ¿qué día guardó Jesús? El sábado, por supuesto; el mismo día que los judíos guardaban en su tiempo. ¿Qué sucedió en los años que transcurrieron desde entonces? ¿Se perdió el verdadero día de reposo durante la edad oscura, probablemente cuando se cambió el calendario? No. El séptimo día nunca se perdió. El ciclo semanal de siete días jamás fue cambiado ni interrumpido. Es verdad que se eliminó cierto período del calendario cuando éste fue revisado por el papa Gregorio XIII; pero esto de ninguna manera afectó la secuencia de los días de la semana. Simplemente se le dio al sábado una fecha diferente, pero no un día distinto de la semana. Si Ud. desea más evidencia acerca de cuál es el verdadero séptimo día en el siglo XX, note dos hechos incontrovertibles: Primero, miles de judíos ortodoxos todavía guardan el sábado, creyendo sinceramente que es el verdadero séptimo día del cuarto mandamiento; segundo, millones de cristianos guardan el domingo, creyendo que se trata del primer día de la semana, que sigue al séptimo. Honradamente, no hay base alguna para dudar cuál sea el verdadero séptimo día. Es el sábado. Por eso los adventistas lo guardan. Creen que es el día de reposo ordenado por Dios. Ud. puede seguir preguntando: "¿Pero no cambió Jesús el día? ¿No cambió la observancia del sábado al domingo para la nueva dispensación?" No , no lo hizo. Ud. puede objetar: "Bien, probablemente él dijo a los apóstoles que adoptaran el nuevo día después del Pentecostés". No, eso tampoco hizo. No hay la más mínima evidencia en ninguna parte del Nuevo Testamento de que Jesús haya autorizado ningún cambio del sábado. En realidad, hay solamente ocho versículos en todo el Nuevo Testamento que se refieren al primer día de la semana, y ninguno de ellos contiene la más remota evidencia de ser un edicto divino para su observancia. La palabra domingo ni siquiera se menciona. En relación con esto hay un pasaje sumamente importante. Se encuentra en San Lucas 23:54-56 versión Valera antigua: "Y era día de la víspera de la Pascua; y estaba para rayar el sábado. Y las mujeres que con él habían venido de Galilea, siguieron también y vieron el sepulcro, y cómo fue puesto su cuerpo. Y vueltas, aparejaron drogas aromáticas y unguentos; y reposaron el sábado conforme al mandamiento" Recuerde que estas discípulas fieles habían estado por más de tres años con el Maestro, y conocían más que nadie sus enseñanzas. Si Jesús hubiera comentado un cambio acerca del día de reposo, estas mujeres tenían que saber algo al respecto. Sí, hasta la misma crucifixión, los discípulos de Cristo guardaban el séptimo día como día de reposo. Y lo que es más, lo consideraron demasiado sagrado para realizar en él tareas como el mismo embalsamamiento del cuerpo del Señor. Después de su resurrección, Jesús estuvo por cuarenta días con sus discípulos "hablándoles acerca del reino de Dios"(Hechos 1:3). Al dar sus últimos consejos antes de ascender al cielo, el Señor tiene que haber hablado de muchas cosas importantes. Con toda certeza, si se proponía que su iglesia guardase como día de reposo un día distinto al indicado en el mandamiento, lo habría dicho entonces. No cabe duda tampoco de que si hubiera pensado en un cambio tan radical en el culto, alguien tendría que haberlo mencionado en alguna parte. Pero nadie lo hizo. No hay registro alguno de tal cambio, ni sugestión siquiera de que Jesús lo haya hecho. Por el contrario, tenemos la evidencia más clara de que sus discípulos continuaron observando el séptimo día, el sábado, que Jesús mismo había guardado. En Hechos 16:13, leemos: "Y un día de sábado, salimos de la puerta, junto al río, donde solía ser l a oración; y sentándonos, hablamos a las mujeres que se habían juntado". De nuevo, en Hechos 17:2= "Y Pablo, como acostumbraba, entró a ellos, y por tres sábados disputó con ellos de las Escrituras". Hasta los gentiles convertidos guardaban el sábado, como se ve por este pasaje de Hechos 13;42 ="Y saliendo ellos de la sinagoga de los judíos, los gentiles les rogaron que el sábado siguiente les hablasen estas palabras". La evidencia principal es la exhortación específica del Señor a sus discípulos para que oraran a fin de que en el tiempo de la destrucción de Jerusalén (que ocurriría en el año 70) no tuvieran que huir en sábado (San Mateo 24:20) El hecho es que "pasaron varios siglos de la era cristiana antes de que el domingo fuera observado como día de reposo por la iglesia cristiana. La historia no nos proporciona una sola prueba o indicación de que hubiera sido observado como tal antes del edicto de Constantino en el año 321 DC. Con esto concuerda esta declaración de la Enciclopedia Británica :"El reconocimiento más antiguo de la observancia del domingo como deber legal es una constitución de Constantino, del año 321, que ordena a todos los tribunales de justicia, habitantes de los pueblos y talleres, a reposar en domingo (venerabili die solis), con una excepción a favor de quienes se dedicaban a la labor agrícola. Un estudioso consciente de la historia descubre pronto que la observancia del domingo se fue imponiendo a medida que la iglesia se apartaba más y más de la fe pura de los primeros discípulos. El cambio fue facilitado por un creciente sentimiento antijudío y por un deseo también creciente, de contemporizar con los paganos a fin de ganarlos más rápidamente. De ahí, la referencia de Constantino al "venerable día del sol". Cuando los obispos de Roma adquirieron primacía e influencia sobre sus colegas, adoptaron el domingo como día de culto y comenzaron a dar edictos para imponer su observancia; y tanto es así que la Iglesia Católica Romana desde mucho tiempo ha reclamado para sí la responsabilidad de haber transferido la observancia del sábado al domingo. Según el "Catholic Mirror", órgano oficial del cardenal Gibbons, "la Iglesia Católica por más de mil años antes de que existiera un solo protestante, por virtud de su misión divina, cambió el día del sábado al domingo" (23.10.1898) En su obra , monseñor Seugr escribió :"Fue la Iglesia Católica que, por la autoridad de Jesucristo, transfirió este descanso al domingo en memoria de la resurrección de nuestro Señor. Así la observancia del domingo por los protestantes es un homenaje que éstos pagan, mal de su grado, a la autoridad de la iglesia católica." Aquí es donde los adventistas se ponen en una sola línea y dicen :"creemos que la Biblia es la Palabra de Dios y que los Diez Mandamientos son la voluntad expresa de Dios para el hombre. Por lo tanto, creemos que el séptimo día, el sábado, es el día de reposo. Además, viendo que Jesús guardó el sábado y que sus apóstoles siguieron su ejemplo en esta materia; y viendo que en toda la Biblia no hay un solo mandamiento que ordene guardar otro día, ¿qué más podemos hacer que observar el séptimo, el sábado, como día de reposo?" ¿No es esto absolutamente razonable? ¿No es sencillo? No cabe duda de que cualquiera que cree en la inspiración de la Biblia y adopta la posición protestante- que la Biblia, y la Biblia solamente, es la regla de fe para los cristianos - debe ver que no hay otro día de reposo fuera del sábado. Esto implica guardarlo como lo hacen los adventistas del séptimo día. Si Ud. cree lo que Dios dice, si acepta la Biblia como la revelación de su voluntad para Ud., si desea estar entre los campeones de la verdad en estos últimos días, debe estudiar con oración este asunto y resolver que, con la ayuda de Dios, guardará también como día de reposo el séptimo día el sábado. Después de todo, es el día de Dios. No interesa qué digan los clérigos, y los sacerdotes, o cualquier otra persona, permanece invariable este hecho ;:"El día séptimo es sábado, o fiesta del Señor Dios tuyo". Nadie lo puede cambiar. Esto está en la Biblia, incluido en el mismo corazón de la ley de Dios. Y Dios no cambia sus mandamientos, que permanecen para siempre. Si Ud. va a guardar un día de la semana como santo, ¿por qué no guarda el verdadero? ¿Por qué no se pone del lado de Dios en este asunto ahora? Ello puede representar una gran decisión Pero si se resuelve bien, si se propone obedecer a Dios a todo costo, habrá llegado a un punto culminante de su vida: el comienzo de una experiencia nueva y gloriosa en relación con el amor y el poder divinos. Escuche ahora a Dios a través del profeta evangélico: ""Si retrajeres del día de reposo tu pie, de hacer tu voluntad en mi día santo, y lo llamares delicia, santo, glorioso de Jehová; y lo venerares, no andando en tus propios caminos, ni buscando tu voluntad, ni hablando tus propias palabras, entonces te deleitarás en Jehová; y yo te haré subir sobre las alturas de la tierra, y te daré a comer la heredad de Jacob tu padre; porque la boca de Jehová lo ha hablado" (Isaías 58:13,14) ¡Qué promesa maravillosa de ventura y prosperidad! ¡Cuánto está dispuesto Dios a hacer por quienes guardan correctamente su verdadero día de reposos! Todo esto es para Ud., si desea aceptarlo. ¿No lo hará ahora? En el amor de Cristo, por su bien presente y eterno, sus amigos los adventistas lo invitan a santificar el verdadero día de reposo, pues "el día séptimo es sábado, o fiesta del Señor Dios tuyo". |
Ultima actualización :04.10.09 |