Dos impactantes verdades se desprenden del relato de Naamán, el leproso general sirio.
      
2Reyes 5:1-37

1)La fe que debiò desarrollar Naaman para confiar en que la orden de Eliseo de lavarse siete veces en el sucio Jordàn, darìa el resultado apetecido

2)La voluntad de la pequeña sirvienta de Naamàn, quien a muchos kilòmetros de su hogar, fue un testimonio vivo de la existencia de un Dios altìsimo que podrìa curar la salud de su amo.

Este ejemplo es un desafìo para tì y para mí :-aceptar la existencia de un Dios vivo que puede sanarte de la enfermedad del pecado

-la motivaciòn para contarle a otros del poder de este gran Dios, que te librò de la lepra espiritual.